La ciudad de BARCELONA está repleta de calles cortadas, cambios de dirección y perforaciones por reformas urbanísticas, productos de un plan que está convirtiendo en un CAOS CIRCULATORIO a una de las ciudades mejor planificadas de mundo.
Desde algunos años, conductores de vehículos se han estado viendo forzados a disminuir su uso, pues el gasto en combustible o ticket de estacionamiento son altamente elevados. Además, el vandalismo que rompe los cristales, roba logotipos o luces y, hasta el mismo vehículo, ha ido en aumento y con total impunidad. Ante ello, muchos usuarios del vehículo de cuatro ruedas ha optado por cambiar a la MOTO DE CIUDAD o transporte urbano, con todas las incomodidades que ello conlleva.

Y es que, si bien es cierto que las motos son un excelente medio de transporte, también es cierto que las propias restricciones llevadas a cabo por medidas ecologistas dictadas en el WORLD ECONOMIC FORUM, impuesto en las ciudades desde hace cuatro años por la AGENDA 2030, está haciendo imposible la movilidad en la ciudad.
Quienes optan por el transporte público, temen por su seguridad, tanto por comportamientos incívicos propios del mal uso de los espacios públicos, como hurtos y robos en una de las ciudades más masificadas de Europa.


Por otra parte, tenemos al usuario de bicicletas y monopatines eléctricos que, si bien es cierto que es una medida a la práctica de ecologismo forzado, también es cierto que no está siendo adoptada por los trabajadores mayoritarios. En cambio, su uso es mayoritariamente extranjeros en condiciones laborales precarias.





El uso de patinetes eléctricos para cometer hechos delictivos es un caso a tener en cuenta. El carácter sigiloso que le da el motor eléctrico y su versatilidad de movimiento son propicios para escapar sin dejar rastros. Esto es preocupante, porque en las medidas sancionadoras actuales NO se prevé el matriculado de estos vehículos y menos la identificación del conductor, ya que la mayoría va encapuchado y conducido por quienes cometen infracciones de conducción temeraria.

Por último, debemos hacer una especial mención a los transeúntes: niños, personas mayores que son la masa vulnerable, ellos a quienes hay que proteger no con NORMAS SANCIONADORAS, si no con planes PREVENTIVOS que disuadan a los conductores temerarios, quienes están en la vía de ser causantes de accidentes mortales.

A continuación, compartimos la Ordenanza de Circulación de Peatones y Vehículos (OCVV), puesta en vigencia el pasado 1 de febrero de 2025.

